Para que la piel brille, es muy importante liberarla de la suciedad y de las impurezas que inevitablemente se acumulan en los poros, impidiéndole respirar como debe y resplandecer en toda su belleza natural. La limpieza diaria, por la mañana y por la noche, es esencial, pero de vez en cuando hay que realizar acciones más enérgicas, capaces de limpiar y purificar a fondo y preparar la piel, si es necesario, para los tratamientos posteriores.
Puedes ir a un instituto, por supuesto, pero puedes conseguir resultados igualmente satisfactorios en casa si utilizas los productos adecuados y sigues todos los pasos necesarios: a continuación te explicamos cómo realizar una limpieza facial perfecta en casa utilizando remedios naturales, con cero química y cero costes (o casi).
Mascarillas efectivas para una limpieza facial en casa
La limpieza facial es muy importante para eliminar los puntos negros y tener una piel perfecta, pero no siempre tenemos el tiempo o el dinero para ir a un salón de belleza. Descubre cómo hacer la limpieza facial por ti misma en unos pocos pasos sencillos, utilizando sólo ingredientes naturales y baratos.
Se debe elegir, por supuesto, de acuerdo con el tipo de piel y sus necesidades específicas.
Aquí hay algunas para probar:
Mascarilla para pieles grasas e impuras
Muy sencilla, basta con mezclar perfectamente una cucharadita de miel y el zumo de medio limón; aplicar en el rostro evitando el contorno de ojos y labios y dejar actuar durante 10/15 minutos, luego enjuagar con abundante agua tibia.
Mascarilla para pieles sensibles y alergicas
Limpiar una patata, quitarle la piel y hervirla, luego, con la ayuda de un tenedor, aplastarla bien hasta que se haga puré.
Ponerla en un bol y añadir una cucharadita de leche y una cucharadita de agua de rosas, luego batir con un batidor hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Aplicar sobre el rostro y dejar actuar durante unos quince minutos, luego enjuagar con agua tibia.
Mascarilla hidratante
Para hidratar profundamente la piel, pelar un plátano maduro y aplastarlo con un tenedor; aplicar la «gelatina» obtenida sobre el rostro, dejarlo actuar durante 10/15 minutos y enjuagar.
Recomendaciones antes de preparar y aplicar las mascarillas exfoliantes
Una piel sana, joven y radiante comienza con la limpieza, que debe ser constante y adecuada.
Paso N° 1 – Abrir los poros de la cara
Abrir los poros para que las mascarillas tengan un mejor efecto y el resultado sea el deseado
El primer paso fundamental para eliminar la suciedad, la grasa y las impurezas es abrir los poros de la cara.
Para conseguir este efecto, basta con exponer el rostro al vapor caliente del agua tibia a la que se ha añadido el ingrediente (o incluso más de uno) adecuado para tu tipo de piel.
Una receta altamente purificante y apta para todos es la del agua y el bicarbonato, pero también se pueden utilizar aceites esenciales (encontrados en herboristerías), a elegir según el efecto que se quiera obtener; romero, bardana y limón, pero también el Árbol del Té, son ideales para pieles impuras, aceitosas y brillantes, la lavanda es relajante, la manzanilla es calmante y refrescante.
Verter el agua hirviendo en un recipiente, añadir unas gotas de aceite esencial (o 2 cucharadas de bicarbonato) y exponer la cara a los vapores que se liberan sin olvidar de cubrir la cabeza con una toalla, luego permanecer así durante unos minutos (de 5 a 15, dependiendo del grado de sensibilidad de la piel): ahora ya está listo para seguir adelante.
Paso N° 2 – exfoliación facial casera
El exfoliante es un tratamiento de limpieza profunda que se obtiene masajeando sobre la piel un compuesto a base de aceite al que se añaden microgránulos exfoliantes (bicarbonato, azúcar, sal fina, café, etc.) que, ejerciendo una acción mecánica, son capaces de liberar los poros de todo rastro de suciedad en profundidad.
Gracias al exfoliante, la piel se vuelve más sensible y es capaz de absorber mejor y antes los principios activos de los tratamientos posteriores.
Después de los previos, enjuague la cara con agua tibia, séquela frotando suavemente y continúe con el exfoliante facial.
Un clásico exfoliante facial casero adecuado para cualquier piel, consiste en mezclar dos cucharaditas de azúcar morena y dos cucharaditas de miel líquida; masajear suavemente con movimientos circulares el compuesto sobre la piel de la cara humedecida durante unos minutos y dejarla actuar de nuevo (una media de 5 minutos) dejándola actuar como si se tratara de una mascarilla, para luego eliminarlo todo con agua tibia.
Si tienes la piel grasa o mixta, puedes probar el exfoliante obtenido mezclando una cucharada de yogur blanco natural con un poco de azúcar de caña y una cucharadita de zumo de limón recién exprimido; masajear durante unos minutos, dejar en su sitio y enjuagar con agua tibia.
En este punto, la piel se verá radiante.
Paso N°3 – Aplicar una mascarilla de belleza
Una vez que la piel del rostro ha sido limpiada a fondo, es el momento de aplicar la mascarilla, que liberará sobre ella todos sus principios beneficiosos, mejorando su aspecto, tono y firmeza.
Paso N° 4 Tonificación facial
La aplicación de un tónico, a menudo olvidado, es muy importante para obtener una piel perfecta.
El tónico (mejor sin alcohol) se utiliza para tensar los poros, refrescar, calmar y, en general, restaurar el confort y el bienestar, así que nunca lo olvides!
Elegir el que mejor se adapte a tu tipo de piel (grasa, sensible y reactiva, mixta, normal, etc.) u opta por un reemplazo válido, el agua de rosas siempre verde y eficaz, fresca, emoliente e hidratante.
Vierte unas gotas de tónico (o agua de rosas) en una bola de algodón y golpéese la cara y el cuello.
No enjuagar enseguida, espera a que la piel lo absorba completamente (las nuevas formulaciones tardan unos segundos o, a lo sumo, unos minutos).
Paso N°5 Hidratación casera
Has llegado al final de tu tratamiento especial de limpieza facial casera, la hidratación.
Este es el último paso, pero fundamental: después de haberlo mezclado un poco, es necesario mimar la piel y reponer las sustancias naturales perdidas durante la fase de limpieza energética.
Aplicar la crema hidratante (la formulación debe ser adecuada para tu tipo de piel) con movimientos suaves pero firmes, posiblemente circulares y ayudar a que penetre profundamente: en este punto tu piel será realmente como siempre ha soñado.
¿Por qué es importante la limpieza facial?
La limpieza facial es importante por muchas razones: todos los días, de hecho, nuestra piel está sometida al humo, residuos de maquillaje, agentes atmosféricos que sólo acumulan capas de células muertas, debilitando la piel día tras día, con el resultado de tener una apariencia cansada y mal cuidada.
Todo esto se refleja en la salud de la piel y la expresión facial, que muestra claramente signos de cansancio con la aparición de puntos negros, manchas, arrugas, cicatrices y aumento de la sensibilidad de la piel.
Limpieza facial casera un consejo final muy importante
Para una piel perfectamente sana y limpia, siga estos sencillos consejos:
Los tratamientos que aquí se sugieren no sustituyen, sino que complementan, los tratamientos diarios; no deben realizarse todos los días ni con demasiada frecuencia, sino de forma periódica, es decir, 1 ó 2 veces por semana, o también cada 15 días o sólo una vez al mes, en función de sus necesidades personales.
- Para la limpieza diaria, opta por la leche (o gel de enjuague), tónico e hidratante.
- Nunca olvides quitarte el maquillaje la noche antes de irte a la cama.
Utilizar productos de limpieza y cosméticos específicos para tu tipo de piel; elegir los que sean eficaces pero suaves, hipoalergénicos y, si es posible, orgánicos. Para la cosmética natural, la cosmética del hogar en la práctica, utiliza siempre ingredientes frescos y, si es posible, ecológicos.
Cuando salgas, protege siempre tu piel del sol y del frío intenso. Nunca te expongas al sol sin la protección adecuada (se aplica a la belleza, pero aún más a la salud). Como hemos visto, la limpieza facial casera te permite obtener excelentes resultados a un coste absolutamente económico y te proporciona un rostro sano y bien cuidado en unos pocos y sencillos pasos.