El labio leporino o el paladar hendido es una abertura en el labio o el paladar (techo de la boca) presente desde el nacimiento. La hendidura o fisura también puede estar presente en el labio y el techo de la boca simultáneamente. Se trata de una malformación debida a la falta de unión entre las partes izquierda y derecha del labio y el paladar durante el desarrollo intrauterino.
El labio leporino es la malformación congénita más común (presente desde el nacimiento) observada entre las malformaciones faciales, con 1 caso por cada 650 nacimientos. El nombre «paladar hendido» significa literalmente «hendidura en el paladar». En casos más raros, puede haber dos grietas: una en el lado derecho y otra en el lado izquierdo del paladar.
El paladar hendido puede ser identificado a partir de la 14ª semana de embarazo mediante exámenes de imagen. Sin embargo, el diagnóstico definitivo se da después del nacimiento del niño con la evaluación clínica realizada por el pediatra.
¿Qué causa el labio leporino?
La causa del labio leporino es una malformación que se produce en el embrión durante los primeros meses de desarrollo dentro del útero, más concretamente entre la 4ª y 8ª semana de embarazo.
Las partes derecha e izquierda del labio y el paladar se forman por separado durante la etapa embrionaria, uniéndose al final del proceso de formación del embrión. Cuando hay una falla en la unión de estas dos estructuras embrionarias que forman los labios y el techo de la boca, aparece el paladar hendido.
Se cree que el labio leporino se produce debido a la predisposición genética del feto asociada a factores ambientales durante el embarazo, como:
- Consumo de bebidas alcohólicas;
- Fumar;
- Obesidad;
- Falta de vitaminas;
- Uso de drogas, como corticoides y anticonvulsivos;
- Estrés;
- Exposición a sustancias tóxicas e infecciosas o a radiación.
El riesgo de que el bebé nazca con el paladar hendido es mayor cuando el consumo de alcohol, cigarrillos y medicamentos se produce en el primer trimestre del embarazo.
¿Las personas con labio leporino tienen retraso mental?
El paladar hendido es una malformación exclusivamente física y no interfiere en el desarrollo mental del niño. Como la hendidura afecta la capacidad de comunicación, el labio leporino suele estar asociado con algún tipo de retraso mental.
Sin embargo, es importante señalar que las personas con labio leporino tienen un desarrollo mental absolutamente normal, excepto en los casos en que la hendidura se asocia con otros síndromes y anomalías genéticas.
¿El labio leporino perjudica la comida, el habla y los dientes?
El labio leporino puede causar dificultades en la alimentación. En los bebés, el problema se puede resolver con el uso de boquillas y biberones especiales, así como posiciones específicas para alimentar al bebé.
Cuando la hendidura aparece sólo en el labio, los dientes no suelen presentar problemas de crecimiento. Sin embargo, si la hendidura llega a la encía, el arco dental y la mordida se alteran, y es necesario hacer un seguimiento con profesionales especializados.
El desarrollo del habla también puede ser influenciado por la presencia del labio leporino. Cuando la hendidura sólo afecta al labio, el niño probablemente no tendrá problemas de habla. Por otro lado, si la hendidura se produce en el techo de la boca, el lenguaje se ve afectado y es necesaria la terapia del habla.
El labio leporino también puede perjudicar el crecimiento facial y el desarrollo de la audición.
¿Cuál es el tratamiento para el labio leporino y cuándo debe hacerse?
El tratamiento del labio leporino debe comenzar lo antes posible. Ya en el primer mes de vida el recién nacido es evaluado y comienza a ser preparado para la cirugía, que se realiza normalmente a los 3 meses.
El labio leporino puede ser reparado en los primeros meses de vida del bebé. El paladar hendido se hace un poco más tarde. El momento de realizar estas cirugías depende del desarrollo del niño y es determinado por el equipo médico, siempre con la evaluación del pediatra.
La cirugía de reparación de labios se realiza generalmente a los 3 meses de vida, mientras que la operación para reparar el paladar se realiza generalmente cuando el bebé tiene 1 año de edad.
Las cirugías de corrección nasal, funcional o estética se realizan después de la fase de crecimiento, entre los 16 y los 18 años de edad.
Lo ideal para el niño es comenzar el proceso de habla con la cirugía de paladar ya realizada. El tratamiento fonoaudiológico puede estar indicado si hay un retraso en el desarrollo del habla o para corregir cualquier error fonético. La logopedia también facilita la alimentación y la rehabilitación de la audición.
El tratamiento del labio leporino es un proceso largo, que requiere la intervención de un equipo multidisciplinario, principalmente de las áreas de cirugía plástica, odontología (todas las especialidades) y terapia del habla. También es fundamental el apoyo de profesionales de otras áreas, como la pediatría, la otorrinolaringología, la nutrición, la psicología, la fisioterapia, la enfermería, entre otras.