Puede ser una sinusitis aunque no haya respondido al tratamiento, o puede ser otra condición que también cause presión en la cara y mareos.
Los síntomas de la sinusitis, ya que pueden persistir durante días incluso después del tratamiento, y la resolución completa de los síntomas puede tomar algún tiempo.
Sin embargo, hay otras posibles causas de presión en el rostro o de dolor de cabeza, que pueden ir acompañadas de náuseas y mareos, como la migraña, el dolor de cabeza, la hipoglucemia, los episodios de hipotensión o hipertensión, los trastornos visuales y los trastornos del laberinto, como el VPPB (vértigo posicional paroxístico benigno).
Cuando estos síntomas son muy intensos, se puede pensar en otras causas como la meningitis, el aneurisma o los tumores.
¿Cuáles son los principales síntomas de la sinusitis?
Los principales síntomas de la sinusitis son:
- Congestión y obstrucción nasal;
- Secreción nasal purulenta;
- Dolor o presión facial, que puede empeorar cuando te inclinas hacia adelante;
- Malestar o dolor en la mandíbula.
También es posible tener signos y síntomas de disfunción de la trompa de Eustaquio que provoquen dolor de oído, sensación de plenitud o presión en el oído, pérdida de audición o incluso tinnitus.
¿Cuáles son los síntomas de la migraña?
La migraña se caracteriza por un dolor de cabeza generalmente unilateral, pulsátil y que empeora con la exposición a la luz, los olores o el ruido. Puede ir acompañado de enfermedad y vómitos. Un solo episodio puede durar horas o días.
La migraña puede ser con o sin aura. La migraña con aura también presenta síntomas neurológicos transitorios como alteraciones de la visión, del olfato, del habla o incluso cambios de sensibilidad como el entumecimiento de alguna parte del cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas de la cefalea tensional?
La cefalea tensional suele tener una localización más difusa en toda la cabeza, pero en los episodios agudos también puede ir acompañada de náuseas, vómitos y mareos. Puede estar asociado con situaciones de estrés, privación de sueño, cambio de rutina.
Si los síntomas persisten, lo ideal es volver a buscar un médico de familia o un médico generalista para que evalúe la causa y sólo entonces será posible determinar el mejor tratamiento a seguir.