El tratamiento para el impétigo, ya sea bulloso o no bulloso, consiste en:
- La higiene local y la eliminación de las costras la mayoría de las veces es suficiente para lograr la curación;
- Evite rascarse o tocar las lesiones, por lo que está indicado cerrar con apósitos;
- Retirada de la escuela, o de la actividad laboral, hasta su completa curación;
- Ungüento antibiótico y
- Antibióticos orales, sólo en algunas situaciones.
Si el impétigo está localizado, basta con limpiar con agua y jabón y quitar las costras en general. Sin embargo, a veces es necesario introducir pomadas con antibióticos e incluso antibióticos orales en casos de impétigo repetido o muy extenso.
La higiene consiste en quitar y limpiar las costras 2 o 3 veces al día con agua y jabón. Luego se debe secar la piel con un paño limpio o una gasa, y finalmente el ungüento o crema antibiótica, si está indicado.
Dado que se trata de una lesión altamente contagiosa, es importante no tocar o rascar las lesiones, que pueden cubrirse y protegerse con una gasa o un vendaje. La manipulación de las lesiones puede no sólo perpetuar la contaminación, llevando la bacteria de un lugar a otro, sino también contaminar a otras personas cuando comparten objetos, como cubiertos y toallas.
¿Qué pomada se utiliza para tratar el impétigo?
El ungüento más indicado para los casos de impétigo, cuando es necesario, es el ungüento o crema de mupirocina, debe aplicarse sobre las lesiones, después de limpiar y quitar las costras, al menos dos veces al día.
¿Qué antibióticos se utilizan para tratar el impétigo?
En casos de impétigo extenso, refractario o repetitivo, es necesario el uso de antibióticos orales. El impétigo se considera extenso cuando la zona afectada no permite el uso de ungüentos debido a su extensión o al número de lesiones.
Los antibióticos normalmente elegidos en estos casos son: Penicilinas, Cefalosporinas de primera generación (Cefalexina), Clindamicina o Doxiciclina (para los alérgicos a la penicilina).
Recordando que los antibióticos son medicamentos de prescripción, obligatorios, por lo que su uso debe ser prescrito y guiado adecuadamente por el médico / asistente.
El tratamiento con antibióticos orales durante 7 días es suficiente, en la mayoría de los casos de impétigo.
Si al final del tratamiento el paciente no presenta una respuesta satisfactoria, se debe hacer una recolección de la secreción de la herida, y se debe realizar un estudio de laboratorio, para identificar el tipo de bacteria e iniciar un nuevo ciclo de antibióticos, esta vez guiado por las pruebas.
¿Hay algún tratamiento casero para el impétigo?
La higiene del lugar puede considerarse un «tratamiento casero» para el impétigo, y es el punto clave del tratamiento. A veces puede no ser suficiente para terminar la infección, lo que requiere medicamentos tópicos u orales, pero debe hacerse con cuidado para alcanzar su objetivo.
¿Cómo prevenir el impétigo?
- Tengan una buena higiene personal;
- Lávate las manos con frecuencia;
- Evite el contacto con personas que tengan impétigo;
- No uses los cubiertos, ropa o toallas de otras personas;
- Mantén tus uñas bien cortadas y limpias.
¿Qué es el impétigo y cuáles son las causas?
El impétigo es una infección cutánea común, que afecta a la capa más superficial de la piel y afecta principalmente a los niños. Puede ser causado por dos tipos de bacterias: Staphylococcus aureus (más común en niños de cualquier edad) y Streptococcus del grupo A, (más frecuente en niños de 3 a 5 años).
Estas bacterias suelen estar presentes en la nariz y la piel. Cuando aparece una puerta de entrada, como pequeños cortes o picaduras de insectos, estas bacterias penetran en la piel y causan infección. El impétigo puede transmitirse de persona a persona y es altamente contagioso.
¿Cuáles son los síntomas del impétigo?
Los signos y síntomas del impétigo pueden incluir la presencia de granos, llagas o ampollas rojas en la cara, los brazos, las piernas u otras partes del cuerpo. Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la infección.
Las lesiones pueden estar cubiertas por una corteza suave, seca y de color miel. En algunos casos, las ampollas pueden romperse, dando lugar a un impétigo bulloso.
En la mayoría de los casos, el impétigo es leve. Sin embargo, sin tratamiento, puede producirse dolor, inflamación, propagación de la infección, presencia de pus o fiebre. En casos raros, cuando el impétigo es causado por estreptococos del grupo A, pueden producirse complicaciones como: glomerulonefritis, escarlatina y enfermedad estreptocócica invasiva, que puede ser mortal.
El tratamiento del impétigo debe ser realizado por un pediatra o dermatólogo.