Como conocer las diferencias entre tos alérgica y tos normal
Conocer exactamente la diferencia entre una tos alérgica y una tos común o «normal» puede ser bastante difícil, incluso para los profesionales de la salud.
En general, una tos alérgica es más seca y no presenta síntomas como fiebre, fatiga o falta de apetito.
Sin embargo, estos datos por sí solos no son suficientes para esta diferenciación. El diagnóstico definitivo de la causa de la tos sólo puede ser dado por un médico, después de reunir la información pertinente de la historia, la evaluación clínica y, cuando sea necesario, las pruebas complementarias.
En cualquier caso, es esencial investigar cómo empezó la tos, la historia clínica, cómo y cuándo empezó, a qué hora, cuáles fueron los síntomas asociados, si suele haber episodios de tos, con qué frecuencia, entre otros. Todos estos factores ayudan a definir el diagnóstico.
En los casos de alergia, son muy frecuentes los episodios similares, así como la queja de «picor» en la garganta, escurrimiento nasal, congestión nasal y lagrimeo, aunque no son síntomas obligatorios.
¿Qué puede causar la tos alérgica?
La tos alérgica puede ser causada por la exposición a algún agente, virus o elemento alergénico que llamamos el elemento «disparador», presente en el aire. Las personas que tienen una alergia respiratoria pueden desarrollar una tos persistente cuando se exponen a estos elementos «desencadenantes», lo que desencadena la crisis alérgica. Entre los agentes desencadenantes más comunes podemos destacar:
- Polvo;
- Los ácaros;
- Animales;
- Variaciones repentinas de temperatura;
- Contaminación del aire;
- El humo del cigarrillo.
Las principales y más comunes causas de la tos alérgica son: asma bronquial, rinitis alérgica y sinusitis.
La tos es una reacción de defensa del cuerpo para expulsar elementos extraños en contacto con las vías respiratorias. La tos sirve para eliminar el exceso de secreción, los cuerpos extraños y los microorganismos infecciosos de las vías respiratorias.
Sin embargo, la tos requiere atención y debería ser motivo de preocupación:
- Dura más de tres semanas;
- Ocurre en bebés menores de un año o en personas mayores;
- Viene con fiebre, dificultad para respirar, dolores en el cuerpo, dolor de cabeza, postración, ardor de estómago;
- Persisten después de un episodio de asfixia;
- Presenta una secreción, principalmente amarillenta o verdosa;
- Causan una fatiga extrema.
En cualquiera de estos casos, consulte a un médico de familia, a un médico general o vaya directamente a un neumólogo para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.