Las calcificaciones encontradas en el cerebro pueden no presentar ningún síntoma, como suele ser el caso, o pueden desarrollar síntomas de
- Crisis convulsivas;
- Temblores y dificultad para caminar (similar al Parkinson);
- Confusión mental, problemas de memoria;
- Cambios de humor o de personalidad (irritabilidad, agresividad).
Los síntomas tienden a aparecer cuando la cantidad de calcificaciones es grande, o dependiendo de la causa de este depósito y su ubicación.
Como los síntomas son similares a los de otras enfermedades neurológicas y psiquiátricas como el Alzheimer, el Parkinson, la esquizofrenia, la depresión o el trastorno bipolar, el diagnóstico puede tardar mucho tiempo en hacerse, lo que permite que la enfermedad se desarrolle y responda menos al tratamiento.
Tratamiento de las calcificaciones cerebrales
El tratamiento está dirigido a la causa del problema y no siempre hay un tratamiento eficaz, sin embargo, en los casos de calcificaciones debidas al hipoparatiroidismo, por ejemplo, el tratamiento con reemplazo de calcio y vitamina D, que se inicia tempranamente, evita graves problemas neurológicos e incluso la muerte del paciente.
El neurólogo es el médico capacitado para hacer esta evaluación y determinar la mejor opción de tratamiento para cada caso.
Causas de la calcificación del cerebro
Entre las causas más comunes de calcificaciones en el cerebro están:
- Idiopático (cuando no se puede determinar la causa – causa desconocida),
- Enfermedades genéticas (enfermedad de Fahr, esclerosis tuberosa),
- Hipoparatiroidismo (deficiencia de producción de hormonas por la glándula paratiroides),
- Hipotiroidismo (baja producción de hormona de la glándula tiroides),
- Post-radioterapia (especialmente en la región del cuello y el tórax),
- Infecciones: zika, citomegalovirus, toxoplasmosis, rubéola y cisticercosis,
- Post-hemorragia cerebral (por depósito de hemosiderina).
¿Qué son las calcificaciones cerebrales?
Las calcificaciones cerebrales son depósitos de minerales en el cerebro, como sales de calcio, hierro y otros. Es posible que las calcificaciones nunca causen síntomas o que desencadenen síntomas neurológicos graves e irreversibles si no se diagnostican a tiempo para el tratamiento adecuado.
El diagnóstico se realiza mediante exámenes de imagen, como rayos X o TAC (tomografía de cráneo). También puede indicarse la resonancia magnética para evaluar el alcance de las calcificaciones y la participación de las regiones cercanas.
Una vez que se diagnostica el problema, se debe hacer un seguimiento con un neurólogo para un tratamiento adecuado.