Ejercitar el cuerpo y la mente puede prevenir enfermedades en el envejecimiento
El envejecimiento ya no lleva esa imagen de una vida con limitaciones y pocas actividades. Al contrario, porque cada vez más gente es activa y adquiere hábitos saludables a lo largo de los años.
Pero todavía necesitamos saber cómo equilibrar este nuevo momento. Además de un cuerpo activo, es necesario tener un cerebro activo. De esta manera, el envejecimiento se produce de una manera más saludable y rentable.
Basándose en esto, una nueva investigación publicada en el periódico In Neurology confirmó que este equilibrio también reduce el riesgo de enfermedades que causan degeneración crónica, como el Alzheimer.
Prevención en la edad madura
Según el estudio, es necesario comenzar a prevenir estas enfermedades en la edad media (35 años).
La inclusión de actividades como leer, pintar, tocar un instrumento, coser, además de los ejercicios físicos son ejemplos que los investigadores consideran capaces de reducir el riesgo de daños a la función cerebral.
Para analizar si estas actividades son capaces de ayudar al buen funcionamiento del cuerpo humano, los científicos han acompañado a 800 mujeres en Suecia durante 44 años.
Como resultado, los investigadores vieron que cuanto mayor era el nivel de actividad física y los hábitos que pueden ayudar a la mente, menor era el riesgo de demencia.
Importancia de estar bien física y mentalmente
Según los autores del estudio, hacer sólo actividades físicas o sólo actividades mentales trae beneficios, pero lo ideal es sumar las dos.
Esto actúa como una suma, porque aquellos que sólo se ocupan del cuerpo físico pueden estar perdiendo los beneficios para la mente. De la misma manera, permanecer activo sólo en las actividades cognitivas puede no ser tan bueno para el funcionamiento del organismo en general.
Así que destacamos los datos más relevantes observados en la investigación:
· Ejercitando la mente
En el estudio, los participantes con cierta frecuencia de actividad mental tenían un 46% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Además, es un 34% menos probable que padezca alguna otra demencia que las mujeres que no realizan este tipo de actividad.
· Actividades físicas
Los participantes que realizaron más actividad física tuvieron un 52% menos de probabilidades de desarrollar demencia vascular (reducción de la capacidad cerebral debido al daño celular).
Además, el 56% de los participantes tenían menos probabilidades de desarrollar demencia mixta (más de una enfermedad cerebral) en comparación con las mujeres consideradas inactivas, es decir, que no practican ningún tipo de ejercicio.
Por lo tanto, la actividad física también puede ayudar a la salud mental, porque cuando se realiza algún tipo de actividad física, también mejora la salud de los vasos sanguíneos.