¿Cuándo es necesario una operación de tiroides?
La tiroides debe tratarse con cuidado. El estrés diario, la mala nutrición, la deficiencia de yodo y las predisposiciones familiares favorecen la aparición de trastornos de la tiroides, problemas que pueden ocurrir al nacer, la adolescencia, la menopausia y después de los 60 años. En la mayoría de los casos, son tratados. Sin embargo, a veces es necesario extraer la tiroides para salvar vidas.
Ubicada en la base del cuello, debajo de la manzana de Adán, la tiroides es una de las glándulas más grandes e importantes del cuerpo . Tiene un papel esencial en la regulación del metabolismo a través de las hormonas secretadas.
Además de este aspecto, las hormonas T3 y T4, producidas a partir del yodo contenido en los alimentos, también tienen un papel en la regulación de la temperatura corporal.
Acelera o disminuye las quemaduras, regula el colesterol y la frecuencia cardíaca. Ayuda al desarrollo del tejido óseo y nervioso, también influye en el tránsito intestinal, las hormonas sexuales, el cabello, la piel y las uñas. por lo tanto, la tiroides debe tratarse con cuidado.
¿Cuándo es necesaria una cirugía?
Los trastornos tiroideos más comunes ocurren por una variedad de razones. Ya sea por deficiencia hormonal (hipotiroidismo), que puede corregirse tomando medicamentos; o bien, por el exceso de tales hormonas (hipertiroidismo), que pueden requerir tratamiento quirúrgico.
En el hipertiroidismo, la cirugía no siempre es la primera opción. Pero se recomienda solo si no se obtiene una respuesta favorable al tratamiento farmacológico o al yodo radioactivo, en un período de 3-6 meses.
Sin embargo, hay algunas situaciones en las que no se espera. Y la cirugía es la primera opción terapéutica. Específicamente cuando un nodo causó parálisis de las cuerdas vocales. O si es cáncer de tiroides en niños.
Lo mismo se aplica en los casos en que el paciente traga o respira fuertemente debido al aumento del tamaño de la glándula.
¿Cómo se lleva a cabo la cirugía de tiroides?
La tiroidectomía implica hacer una incisión sobre el esternón y una ablación quirúrgica de parte o la totalidad de la glándula tiroides. Dependiendo de la gravedad, opte por tiroidectomía parcial, subtotal o total. Antes de realizar la operación, se realizan una serie de análisis. Esto incluye la dosificación de la hormona tiroidea, pero también la ecografía de la tiroides, la radiografía cervico-torácica, la tomografía computarizada o la resonancia magnética.
La operación se realiza bajo anestesia general y dura entre 40 minutos y 2 horas, tiempo durante el cual se realiza una incisión horizontal de la base del cuello. Dependiendo de la gravedad, se extrae un tumor aislado pequeño, o la mitad de uno o ambos lóbulos que forman la glándula, o un lóbulo completo o toda la glándula. La incisión se realizará al nivel de uno de los pliegues del cuello y la cicatriz se desvanecerá con el paso del tiempo.
La recuperación postoperatoria es generalmente fácil. En el caso de la tiroidectomía total, es muy importante que el paciente siga el tratamiento permanente con hormonas tiroideas sintéticas, y esto se debe a que la tiroides es parte de la categoría de órganos cuya función podemos reemplazar mediante la administración de medicamentos. Si estamos hablando de un nódulo, se tomará una muestra y se analizará por citopuntura, luego de lo cual, si es maligno, se recurrirá, en la mayoría de los casos, a la extirpación completa de la glándula.